Y vuelvo a pensar.... (hacía días que no pensaba, y se me estaban atrofiando las otras neuronas... espero con estos pensamientos llegar ya a quince neuronas je je ...unos días más y alcanzaré a Einstein je je. ¿o lo de él no eran veinte neuronas que utilizaba sino veinte millones?...¡Bah.. no importa!!. Total la mayoría y muy mayoría de los humanos son tan ignorantes y necios, que si en algo estoy en desacuerdo con quien nos haya creado, o con la evolución, o con la sopa oceánica, o con quien sea, es......... haberle puesto a los humanos en su cerebro tantas y tantas millones de neuronas, cuando estos,,, muchos de estos, solamente utilizan a lo largo de su existencia... una que sube y la otra que baja.... y aún así.... colisionan. La otra vez escuché a un psicólogo decir: " nuestro mundo está tan lleno de mentiras, estamos tan inmersos en ella, que cuando por casualidad alguna vez se nos "sale" alguna verdad... nos vanagloriamos hasta la saciedad de que " siempre" hablamos la verdad". El otro día volvió a llamarme por teléfono ese primate que está muy enfadado, porque otra vez escuchó decir que los humanos descienden de ellos, así que me dijo que os dijera que ¡¡Ya Basta de avergonzarlos!! Así que creo que lo que haré será hablar con Camila y preguntarle algunas cosas.... Mi sangre.... mi vida o lo que sea
Je je .. a esta mi Camila la tengo loca de tanto ......
preguntarle,
pero es que eso de la sangre me llama mucho la atención,
ya que..... porqué me pregunto ¿ a que se debe, hacer una transfusión de sangre cuando lo que realmente se necesita es
regularizar la circulación?.
¿Acaso no son más efectivas las soluciones salinas, (llámese lactato de Ringer o Dextrán o etc. etc. etc.?
Oye Camila....tu que sabes tanto... ¿me podrías contar algo sobre la sangre?. Es que como tu sistema inmunológico vive permanentemente en ella pues... me gustaría saber.
Bueno... .- me contestó Camila.-
Te contaré algo acerca de ella, pero quisiera que comprendieras la importancia de como los humanos en su necedad,
siguen por la senda guiados por ciegos
que les importa más los premios y lisonjas y...
el dinero, que realmente la salud de sus congéneres.
Debes saber.- continuó Camila.- que .... (hubo una vez en algún lugar no muy lejano, en un tiempo en que.....) je je ... si parezco evolucionista.- me dijo riendo.- .. y continuó...
en el invierno de 1667, llevaron a un lunático agresivo, llamado Antoine Mauroy ante Jean-Baptiste Denis, insigne médico del rey Luis XIV de Francia.
Eso de los reyes me gusta.- le interrumpí.- porque .- continué.- me gusta lo ignorantes e iletrados que eran,,, (aunque hay que agradecerles que esa ignorancia la suplían haciéndose mecenas de gentes que si eran gente que valía)
Sigo.- me interrumpió Camila.-
Ese médico disponía del "remedio" ideal para la locura: Una transfusión de sangre de ternero con la que esperaba calmar al paciente.
Pero a Mauroy no le fue muy bien,
aunque mejoró al realizársele una segunda transfusión,
la demencia no tardó en volver a dominarlo,
y murió poco después.
Pese a descubrirse más tarde
que Mauroy había fallecido
por envenenamiento con arsénico,
los experimentos del doctor Denis con
los experimentos del doctor Denis con
sangre de animales suscitaron vivas discusiones en Francia.
Finalmente se vedaron dichas prácticas en 1670,
prohibición que fue secundada
posteriormente por el parlamento ingles
e incluso por el papado,
así que las transfusiones se dejaron a un lado
por los siguientes ciento cincuenta años.
En el siglo XIX resurgió la transfusión
defendida principalmente
por el obstreta ingles James Blundell,
quien resucitó el interés por dicho método
al mejorar las técnicas,
utilizar instrumental más avanzado
e insistir en el uso exclusivo de sangre humana.
Pero en 1873,
el médico polaco F. Gesellius frenó
el reavivamiento de las transfusiones
al publicar un inquietante descubrimiento:
Habían ocasionado la muerte
a más de la mitad de los que habían recibido sangre
por medio de transfusión.
Al conocerse esos datos,
el procedimiento fue blanco de las críticas
de eminentes médicos de modo
que volvió a decaer su popularidad.
En 1878, un doctor francés,
George Hayem, perfeccionó una solución salina,
que en su opinión podría utilizarse
Finalmente se vedaron dichas prácticas en 1670,
prohibición que fue secundada
posteriormente por el parlamento ingles
e incluso por el papado,
así que las transfusiones se dejaron a un lado
por los siguientes ciento cincuenta años.
En el siglo XIX resurgió la transfusión
defendida principalmente
por el obstreta ingles James Blundell,
quien resucitó el interés por dicho método
al mejorar las técnicas,
utilizar instrumental más avanzado
e insistir en el uso exclusivo de sangre humana.
Pero en 1873,
el médico polaco F. Gesellius frenó
el reavivamiento de las transfusiones
al publicar un inquietante descubrimiento:
Habían ocasionado la muerte
a más de la mitad de los que habían recibido sangre
por medio de transfusión.
Al conocerse esos datos,
el procedimiento fue blanco de las críticas
de eminentes médicos de modo
que volvió a decaer su popularidad.
En 1878, un doctor francés,
George Hayem, perfeccionó una solución salina,
que en su opinión podría utilizarse
como sucedáneo de la sangre,
y que a diferencia de ésta,
no acarreaba efectos secundarios,
no se coagulaba, y era fácil de transportar.
Como es lógico,
la solución salina de Hayem llegó a utilizarse extensamente
pero por sorprendente que parezca,
la opción volvió a decantarse por la sangre..¿porqué?.
En 1900,
el patólogo austriaco Karl Landsteiner
descubrió la existencia de
y que a diferencia de ésta,
no acarreaba efectos secundarios,
no se coagulaba, y era fácil de transportar.
Como es lógico,
la solución salina de Hayem llegó a utilizarse extensamente
pero por sorprendente que parezca,
la opción volvió a decantarse por la sangre..¿porqué?.
En 1900,
el patólogo austriaco Karl Landsteiner
descubrió la existencia de
los tipos de sangre
y constató que estos no siempre son compatibles entre si.
No era de extrañar
que tantas transfusiones acabaran en tragedia
pero a partir de ese momento
era posible evitarlo con solo asegurarse
de que los tipos del donante y del
receptor fuesen compatibles.
¡¡Oye Camila!!!!
No era de extrañar
que tantas transfusiones acabaran en tragedia
pero a partir de ese momento
era posible evitarlo con solo asegurarse
de que los tipos del donante y del
receptor fuesen compatibles.
¡¡Oye Camila!!!!
.- exclamé rápidamente interrumpiendole.-
Pero.- le dije.-
eso de los grupos de sangre
no es muy efectivo ¿no es cierto?...
no es muy efectivo ¿no es cierto?...
porque los grupos son solamente en forma general.
Si.- me contestó Camila.- pero estos humanos son eso... humanos, y no se les puede pedir más allá de lo que son capaces de pensar o sentir.. sin embargo.- continuó Camila.-
con este conocimiento,
los médicos recuperaron la confianza
en las transfusiones,
justo a tiempo para la Primera Guerra Mundial.
Durante la Primera Guerra Mundial
se practicaron muchas transfusiones
a los soldados heridos.
Antes había sido imposible
llevar el fluído vital a los campos de batalla,
pues se coagulaban con rapidez.
Pero a comienzos del siglo XX,
el doctor Richard Lewisohn
del hospital neoyorquino Mount Sinaí,
probó con éxito un anicoagulante:
el citrato de sodio, para muchos médicos,
aquella emocionante innovación
constituyó todo un milagro.
"Fue casi como si se hubiera detenido el sol",
escribió el doctor Bertram M. Bernheim,
eminente médico del momento.
La Segunda Guerra Mundial,
registró un aumento en la demanda de sangre,
el público se vió sometido a un bombardeo
de carteles tales como : "Dona sangre ahora".
"Tu sangre puede salvarlo" o "Él dió su sangre".
¿La darás tú?.
Tales peticiones tuvieron gran acogida.
Según cálculos, durante la Segunda Guerra Mundial
se donaron en E:E:U:U: unos trece millones de unidades,
al tiempo que solo en Londres se recogieron
y distribuyeron más de 260.000 litros,
por supuesto las transfusiones
conllevaban diversos riesgos sanitarios
como no tardaría en constatarse.
Tras la Segunda Guerra Mundial
se produjeron grandes avances médicos que
posibilitaron intervenciones quirúrgicas hasta entonces inconcebibles.
Así surgió una industria
que mueve cada año miles de millones de dólares
y se dedica a proporcionar sangre para las transfusiones,
técnica que los médicos comenzaron a aceptar
como práctica quirúrgica habitual.
O sea.- le dije a Camila.-
Al final lo de la sangre se convirtió en un negocio.
Si.- me respondió Camila afirmando con su cabeza y
haciendo un mohin de desagrado.
porque muy poco.- dijo Camila.- muy poco les interesa a estos
humanos la vida de los demás.
¡¡¡Usted done sangre!!! ¡¡¡Mucha sangre!!!... que nosotros ya nos
encargaremos de comercializarla je je.
(estaba un poco sarcástica esta amiga mía je je )
Sin embargo .- continuó Camila diciendome.-
Sin embargo .- continuó Camila diciendome.-
no tardó en manifestarse inquietud
ante las enfermedades ligadas a este procedimiento.
Por ejemplo, durante la guerra de Corea,
Por ejemplo, durante la guerra de Corea,
contrajo Hepatitis casi un veintidós por ciento de los receptores de plasma,
proporción que casi triplica
la registrada en la Segunda Guerra Mundial.
En la década de los setenta,
el centro para el control de la enfermedad
de los Estados Unidos,
calculó que la cantidad de defunciones ocasionadas
por Hepatitis contraida mediante
transfusiones ascendían a 3.500 por año,
si bien hubo quienes aportaron cifras diez veces mayores.
Al mejorar los proceso de detección del virus
y la selección de los donantes,
disminuyó el número de casos de Hepatitis B.
Pero luego vino la Hepatitis C,
una nueva forma del virus ,
que a veces es mortal y que se cobró
buen número de víctimas,
se cree que resultaron infectados
cuatro millones de estadounidenses en centenares
de miles de casos a través de las transfusiones.
Aunque es cierto que las pruebas más rigurosas
han ido reduciendo la prevalencia de la Hepatitis C,
hay quienes temen que aparezcan nuevos riesgos,
y que cuando se comprendan sea ya demasiado tarde.
Oye mi Camila amiga mía...- le pregunté.-
¿Y cuando me vas a contar lo que es el Sida?.
Ya lo haré amigo mío..- me respondió.-
Después que te cuente la otra parte de la sangre,
esa que muchos humanos no desean saber.
Y en cuanto al SIDA pues, .........
................... ............................. ...................
Una de las cosas que más me sorprende de estos humanos es........ saber que tienen unos prejuicios tan arraigados.... .... tan profunda y sólidamente impuestos en sus corazones y mentes que...... ...... viven queriendo demostrarles a los demás que ..... ........ ... ellos y solo ellos tienen la verdad..... y apena ver como la ignorancia entra en el corazón de este mundo........................ ............como se le siembra................ ........ como se le riega........... ............ como se le cuida para que crezca................. ............. y como se le cosecha y se prepara como plato exquisito ............. ..................... y como se le paladea saboreandolo....... ............... satisfaciendo el paladar de sus oídos, para llenarse de egos y soberbias........ .................. ............ ................... ...................... . Menos mal que no somos telépatas porque o si no ¿os imagináis la cantidad de gente que estaría en la cárcel solamente por pensar?............... .................... Los sentires, solo los sentires.
