Cuando se apague el fuego de mi corazón
y cuando se calme la furia de mis celos
cuando despierte en las mañanas sin rencor,
entonces cogeré la pluma…
y escribiré un sencillo verso
entonces cogeré la pluma…
y escribiré una canción.
Cuando piense en ti… y en todos al mismo tiempo
cuando sepa que mi camino fue tuyo por un momento
entonces, y solamente entonces tomaré las llaves
y encadenaré de nuevo… a la vida mi corazón.
Y sentiré otra vez mi alma aprisionada
y volveré a pensar en lo que pudo ser
y todos creerán que de amor son estos versos
pero nunca sabrán nada … de lo que siento yo.
Y te buscaré por todos los caminos
y subiré a lo alto… a preguntarle a Dios
¿porqué me dio… el tesoro más divino
y porqué la vida… un día me la quitó.
“Ven pequeña mía , que está lista tu comida
y no quiero que se enfríe … te puedes enfermar”
¡ahora voy papito… pero déjame un ratito
que estoy con mis amigas, y no puedo parar!.
“Te dije que no hablaras con los desconocidos
que ese mundo no era el tuyo, que no era de verdad
que nada les dijeras porque son lobos de presa
y algún día mi pequeña… a ti te pesará”.
Oh papá querido, no me hagas enfadar
que estoy con un amigo, y me que quiere de verdad.
“Si pequeña mía, el te quiere y yo también
¿porqué entonces no le dices… que lo quiero conocer?.”
Ay papá no seas… agua-fiesta en mi querer,
que cuando tú seas grande… ya te lo presentaré.
“Hoy te recuerdo mi niña, nunca te olvidaré
y tu pañuelo grabado el que en el río encontré,
lo llevo atado a mi cuello para que nunca se pierda.
lo llevo atado a mi cuello… mi niña de mi querer”.
Y te buscaré en los caminos, en las sierras y en los montes
subiré al cielo a decirle a Dios… que me ponga más horizontes
que no me alcanza el universo, ni las estrellas del cielo
que necesito más caminos, para buscar lo que no encuentro
que necesito de ti, tus buenas noches papá… y tu beso.
¡Oh…pequeña mía!!
¡Qué pequeño el universo!
¡qué pequeñas las estrellas!
¡qué pequeño es este mundo!
Y aún así…. no te encuentro.