sábado, 7 de abril de 2012

Ya creo que utilizo ocho neuronas para otra vez pensar

Es que cada vez que pienso en como somos físicamente,
en como se comportan todas y cada una de las partes de que se compone mi cuerpo,
de como mi pie derecho se levanta un poco de la superficie,
y poniendo en juego  las articulaciones... casi imperceptiblemente..
da un paso (a veces el movimiento es un poco más enérgico).

Un paso... ¡Si!...ya se que es algo muy sencillo,
pero quizás es sencillo para quienes están acostumbrados a dar todo por hecho.

Me imagino que si mis piernas fuesen de otra forma,
(por ejemplo, en vez de rectas (con sus articulaciones), fuesen en diagonal.
¡Que difícil sería caminar!.

Pero lo que más me sorprende, es saber que nuestras células
siempre saben a que lugar del cuerpo pertenecen
¡Si!... ya se que la nariz está allí, al centro de la cara,
poco más arriba de la boca ocupando la parte central
que separa nuestros ojos.

Pero...¿Cómo saben esas células que deben estar allí,
y formar la nariz?.
o por ejemplo...¿os imagináis que nuestros ojos estén
en nuestros tobillos?..
La primera molestia sería caminar y estar viendo todo desde abajo.
La segunda molestia sería algo engorrosa...
¿os imagináis a esos futbolistas?
pues estarían siempre con los ojos morados.

Pero los ojos están donde están,
y perfectamente ubicados en el lugar más idóneo,
incluso su composición es tal que
hasta pueden ver en tres dimensiones y encima...
en colores.

No voy a extenderme en los casos
que se me ocurren con las otras partes del cuerpo,
pero debo reconocer que todo esto es debido
a que las células de las que nos componemos pues...
"saben" exactamente a que parte del cuerpo pertenece cada una,
y cual es su lugar.

Y hablando de células... el otro día fui invitado por una de ellas
a tomar un té y charlar algo acerca de la vida.
.- Mejor dicho.- Acerca de su vida.

Me comentaba ésta que, ella era auto-suficiente y
que tiene unos docientos billones de "grupitos" de
átomos (a los que generalmente se les llama moléculas).,
y que ella (la célula) es como una ciudad amurallada.

Tengo .- me dijo.- mis propias plantas de energía
que me generan  pues eso.... energía.
Otras fábricas producen proteínas que son vitales
para el comercio químico.
Tengo también .- añadió .- Sistemas de transportes
que guían a estas sustancias químicas de un lugar a otro
de mi ciudad.

En todas partes, y más aún en los muros .- continuó .-
tengo centinelas que están siempre atentos y despiertos
en sus trincheras y barricadas para controlar
las importaciones y las exportaciones, mientras
examinan constantemente lo de afuera
buscando señales de peligro.

Y algo muy importante .- añadió .-
es que tengo unos ejércitos biológicos
que se mantienen alerta para combatir
a las hordas invasoras que quieren penetrar.

Y todo esto  lo manejo desde un gobierno central
que mantiene el orden genéticamente .- concluyó .- .



¿Entonces? .- le pregunté intrigado .-
cuando me resfrío
es porque han entrado microbios a mi cuerpo
¿no es así?.

Ciertamente que es así .- me contestó la célula .-
Pero es allí donde empiezan a funcionar mis ejércitos,
porque tu no sabes (y es lógico que no sepas) .- me dijo .-
que a tu cuerpo lo rodean ciento de  millones y millones de microbios.

Están allí... parecen hormiguitas yendo de un lugar a otro
tratando de entrar en nosotras, más  cuando
logran entrar, es cuando comienzan las batallas
entre mis ejércitos y ellos.


¡Si!... Esos microbios que  muchas veces ganan la guerra
y sobre todo en estos tiempos en que mis ejércitos
que pertenecen a un sistema inmunológico totalmente adiestrados y aptos
para luchar y ganar... pues
como te digo.... en estos tiempos, con toda esa contaminación
del agua de la tierra y del aire, pues
ese sistema inmunológico, cada vez es más débil.

Eso me recuerda .- me dijo .- que algunos humanos son muy parecido a ellos.
¡Ya! .- le dije yo .- pero no todos los humanos son así .- argumenté .-
Claro que no .- me respondió .-
y tampoco todos los microbios son así, pues hay unos
que son benignos y otros que
son malignos.

Recuerda .- me dijo muy seria .-
que dentro de mí
existe el secreto más importante de tu vida.

¿Si?  .- Pregunté intrigado,
aunque más era una exclamación de asombro la mía .-
Si .- me dijo , poniendo una expresión de..........

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