lunes, 13 de agosto de 2012

Esta noche he buscado un lugar














(como casi todas las noches), fui a caminar,
quería encontrar algún lugar, lugar escondido,
lugar donde pudiee deshojar mis sentimientos,
caminé por las calles, esas que nunca terminan de pavimentar
porque siempre están, o poniendo unas tuberías
para las aguas residuales, o ductos  para el sistema eléctrico,
o las famosas líneas telefónicas,
o reparando las tuberías de esa agua que dicen que es potable.,

Estas calles tienen ese alumbrado amarillento,
(dicen que alumbran mejor), y que hacen que los ojos descansen,
(tambien dicen eso).

Las veredas son casi inexistentes,
y hay que buscar las calles  
donde los pies puedan dejar sus huellas sin tastabillar.

Quiero encaminarme hasta llegar a la orilla del mar,
quizás la arena sea una buena compañera,
me sentaré en una roca, y miraré el horizonte,
se que casi siempre está cielo nublado,
(aunque la temperatura es casi cálida, y la luna no está,
¿será que supo que venía y se escondió?.


Llegaré a esa playa  en que casi siempre sus
 aguas están en calma,
así que caminaré hacia la otra playa,
esa en que sus olas siempre están abatiendo,
tratando de llevar con ellas un puñadito de esa arena que parece oro.

A veces las calles me parecen interminables,
pero encontraré ese lugar, porque es el lugar en que mi corazón
descansará unos momento y desearé que a quién he invitado
tambien su corazón descanse.


Es que no quiero pensar en mí, ¿para qué?.
ya me conozco demasiado,
quiero pensar en las personas de este mundo,
en las que  he apreciado a las que he amado,
a las que estoy apreciando,
a las que estoy amando, incluso a las que deseo.
¿Y porqué no?

¿Acaso existe algún escondite dentro del corazón donde esconder los deseos?.
Porque en mí.... no existe.


Al doblar una esquina, ya unos pocos metros antes
de llegar a una avenida, cruzan la calle dos jóvenes,
se que vienen hacia mí,
así que tengo presente las respuestas a sus preguntas.

Les hablaré en su mismo idioma,
para que perciban que soy de ellos,
(siempre da resultado ser amable y comprensivo).


aunque haré algo que para ellos será inesperado
(tambien siempre da resultado).

eso les sorpenderá y entrarán en mi terreno.-
.----¡Oiga hermano!...¿tiene fuego?...
(aunque no fumo, pero ellos no deben saberlo).


No niego que el corazón comenzó a latir más apresuradamente
a cada paso que nos acercaba,
pero lo escondí detrás de mi alma para que no vieran lo que sentía.

(necesito salir de ese paso ,,
pero con tranquilidad, y sin tener que mirar hacia atrás).


¡No hermano.. no tenemos!!
¿Y alguna media o por lo menos un mono?... 

Estamos igual hermano- me contestan.

Bueno hermano,,, seguiré buscando.-

Así que ellos siguen su camino  y yo cruzo la calle,
así en diagonal, (necesito calmar esos latidos  de mi corazón).

es que parece que se escuchan hasta lo alto de los cerros.
Es que es un barrio peligroso, muy peligroso..

Diviso allí un pequeño parque porque,
(antes , en otras partes solía pasear por los montes..
es que estaban llenos de bosques y de verde y de arroyuelos y de animalitos y de aire puro y de ... paz...

pero acá tambien tiene su encanto,
(es buscar con el corazón el momento y el lugar).

Cruzo el pequeño parque caminando hacia la playa,
es que veo en la semi oscuridad un grupo de rocas reunidas
 hablando quizás acerca de la vida, o de sus amores...
se nota que están enamoradas e las olas porque
las veo jugándo  y zambulléndose en ellas para  
para luego emerger frescas y tiernas.


Solicito tímidamente a una de ellas,
(quizás la más anciana, porque su lisa textura me hace ver
que tiene muchos años, (a diferencia de los
seres humanos en que sus señas personales se
cuentan como surcos en las mejillas).


así que pido sentarme para acompañarlas...
están solas.. (no se porqué nadie aún ha descubierto ese maravilloso lugar.


Ya ha pasado más de una hora, a
sí que a la tenue luz de esas farolas  lejanas vislumbro mis huellas, y me digo:

Algún día.- Sí... algún día solo quedarán mis huellas,
y serán también borradas quizás por los vientos
nocturnos, o por las mismas olas enamoradas,
pero no importa porque este es un momento especial.

Se que se espera un poema,
o quizás alguna narración de alguna historia que sea interesante,
pero acaso ¿no es interesante ver las
huellas de uno en la arena, y de allí
ir recorriendo con la mirada surcando el mar hasta llegar al horizonte?.


Es un largo camino... dura casi toda la vida...
pero es que quiero enseñarle a mi corazón.

Y sigo mirándo el horizonte,
hasta que mis párpados se cierran...
es que quiero soñar para ir acercándolo a mi corazón.

A veces tengo que retomar el camino porque
se me confunde la realidad con los sueños,
la verdad con las ilusiones... quizás soy
el único loco que guarda su locura para ocasiones especiales.


Se que se supone que este lugar
es para escribir poemas pero, ¿cómo voy a escribir algún
 poema teniendo...... teniendo el horizonte
tan lejos de mí y tan cerca de mi corazón?.

A veces creo que la noche siente miedo de mí y se esconde,
¿o será que me alcanza el alba cuando aún estoy despierto?.


Dicen que la locura se expresa diciendo incongruencias,
pero creo que hay locuras silenciosas,
esas que acallan los gritos del alma,
¿será que prefiero caminar por las sendas de tierra gredosa,
antes que caminar los caminos de baldosas amarillas?.

Debe ser que me encanta encontrar corazones
en los que pueda entrar, esos que se niegan
a ser buscados pero anhelan ser encontrados.

.
A veces me pregunto ¿porqué perdí el temor?.
¿Será acaso porque lo he perdido todo?.
¿Cuál es la ganancia entonces para mi vida?.

Quizás he ganado la libertad. ¡Sí!.... ¡Es cierto!!!...-
la he ganado, pero no por ello se me ocurriría zambullirme
en este mar y nadar hacia el horizonte, .. y no es porque no pueda llegar.


La marea está un poco baja, pero las olas alcanzan a mojar tenuemente
mis pies, y cuando lo hacen... las más pequeñitas se retiran
sonriendo entre ellas y hablando acerca de mis sueños.... es
que les causa gracia, ya que los sueños de ellas es besar
esas montañas allá a lo lejos, algo que muchas olas mayores
consideran imposible.


Hoy no miraré hacia atrás porque cada vez que lo hago ...
me duele el alma , el corazón y la vida.
y la mirada es más lenta que ir muriendo, es como un agonizar eterno
que a la vez te das cuenta de que solo es la mitad del camino,
por eso... hoy no miraré hacia atrás..


Por eso miro hoy el horizonte con otros ojos,
con otra mirada, con la libertad de mi alma.

Porque este es lugar que prometí buscar,
para que a quién he invitado...
sienta descansar un momento su corazón.


Y mire el horizonte y sienta que puede llegar a lograr sus sueños,
ya que poco a poco la neblina deja un claro para que pase
el reflejo tímido de algunas estrellas y le acompañen en su viaje.

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