Hola Dios
¿Sabes?.
¡No… no te vayas por favor!
Es que solo he querido acercarme a ti
para comentarte algunas cosas
Pero no te preocupes
no me voy a quejar de mi vida
¿para qué hacerlo?
Si elegí yo el como vivir.
Por eso, no te hablaré de mi,
pero si que quiero hablarte de otros.
Tú creerás que te hablaré de
lo que ocurre en mi Japón,
sin embargo no lo haré Dios,
porque si lo hago, también tendría
que hablarte de los terremotos
y maremotos de mi
Chile
de los terremoto
de mi Perú
de los terremotos de mi Ecuador
de los terremotos de mi China
del pueblo de Armero vestido de lodo en mi Colombia
de mi Nicaragua barrida por los vendavales
de mi Sry Lanka , mi Tailandia,
mi….tantos tragados
por el mar
de mi Indonesia y sus Krakatoas
de mi Tabasco dorada y su llanto del cielo
de mi amada Haití con sus penas calladas
de mi Pakistán y sus ciclones
de mi India y sus monzones
de cuando el viento grita
de cuando la lluvia moja el doble
de cuando el mar se cansa de
estar allí.
Si tuviera que hablarte de todo eso Dios,
te aburriría mi charla.
Ya se que últimamente no hemos tenido tu y yo
lo que se dice unas buenas relaciones
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