lunes, 19 de marzo de 2012

Y me detengo a pensar... otro momento más

Y me detengo a pensar otro momento más


¡So!. Me maravillo de que todo esto haya sido por casualidad.
¿O no ha sido así?,
Por eso, un día cualquiera me dije:
"Si estoy tan preocupado por elegir los alimentos que consumo,
para que realmente me hagan bien y me satisfagan
y que este satisfacer sea duradero.
¿Porqué entonces me trago tanta "bazofia" y mugre espiritualmente?.

Comida podrida que me llena en el instante pero que al rato vuelvo a sentir ese vacío en el espíritu.

Así que por tanto... decidí quitar de mi
toda enseñanza aprendida desde mi nacimiento
todo prejuicio que pudiera nublar mi entendimiento
mi mente y mi corazón.


Y decidí abrir los ojos... como si recién naciera
como
si no supiera nada de nada
para poder observar límpidamente todo lo que me rodeaba.


¡Así!. Sin interferencias de creencias ajenas.
Y me puse a observar la vida
razonando acerca de este Universo, de esta Tierra.

Pero no lo hice como ese Siddartha (Buda),
ni como Confucio, ni como Soho,
ni como los sabios de este mundo.


Primero alzo mis ojos al cielo,
(no se porqué razón, siempre los seres humanos
tendemos a alzar nuestra mirada al cielo
cuando buscamos respuestas importantes).

Debe ser
que inconcientemente sabemos
lo insignificante
y pequeñitos que somos
y que como si fuesemos niños  de pecho
buscamos allí en el cielo
que aparezca
esa mano que coja la nuestra
y nos guíe.


Pues como es de noche,
y está despejada
alcanzo a ver parte de nuestra Vía Láctea
que cruza nuestro cielo.

Y pensar que nuestro Sistema Solar,
que 
pertenece a esta galaxia
a la que llamamos Vía Láctea
es tan solo un puntito en uno
de sus brazos espirales exteriores.

Recuerdo que esta nuestra Vía Láctea,
(según los científicos)
tiene más de  cien mil millones de estellas
y según los propios científicos
existen más de cincuenta mil millones de galaxias.

Pero estas galaxias no están a la deriva en el universo,
ya que están agrupadas en cúmulos.

Por ejemplo,
nuestra Vía Láctea pertenece a un cúmulo
que contiene unas veinticinco galaxias.
Existen cúmulos que llegan a albergar dentro de si a 
miles de galaxias.


Pero me sigo sorprendiendo al ver que estos cúmulos
también se agrupan entre si para
formar  los super cúmulos.

Estos super cúmulos están entre
si a una distancia adecuada
para que ni haya roces,

y al igual que el cúmulo
a la que pertenece nuestra
Vía Láctea
que fuera de estar a la distancia adecuada 
ante otros cúmulos,

tambien tiene la cantidad de galaxias precisas que le
permite a nuestra Vía Láctea
no sufrir variaciones en su fuerza gravitatoria

y a la vez estando en una posición
dentro de ese cúmulo
que le permite a nuestra Vía Láctea
tener a nuestro Sistema Solar
en uno de sus brazos exteriores
en la posición correcta
y a la distancia
adecuada para que le sirva
a nuestro Sistema Solar
como manto protector.


Así nuestro Sol puede irradiar la luz y el  calor
necesario
hacia nuestra tierra
para que la vida tal como la conocemos
pueda existir.


Tambien me doy cuenta de que la tierra 
tiene una inclinación de unos veintitres grados
en base al eje ecuatorial del sol,
cosa que 
le puede permitir tener variaciones de frío
y calor
a lo largo de su trayecto alrededor del sol, 
y junto con la fuerza de gravedad
que ejerce la luna
que hace que permitan las mareas altas y bajas.


Eso me recuerda de como los científicos
han pasado mucho tiempo
tratando de inventarla Noria sin fin,
cosa de que pueda circular eternamente
sin ninguna fuerza externa 
más que la primigenia.
Bueno... cuando la marea sube en
una parte de la tierra
en la otra baja.


Y eso hace que el peso se cargue por unos momentos
en lugares específicos,
y ayudado por los vientos
dándole el impulso necesario
para seguir manteniendo
 su sistema de rotación..


Más tarde continuaré pensando otro poco,
ya que me sigue maravillando que todo esto siga siendo por
...casualidad

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