domingo, 3 de septiembre de 2017

Hasta que venga




Era largo el camino de vuelta.
¿Porqué camino tengo ahora que ir?.
No importa, ya todos son iguales para mí.
Encaminé mis pasos arrastrando mis pies
mientras el cielo me invitaba poniendo en el firmamento
mil estrellas que alegraran mi alma,
pero yo no podía verlas, tenía mi mirada baja,
buscaba parte de mi vida,
pedacitos de mi alma.
Los árboles estaban secos y desnudos,
y parece que sentían vergüenza,
porque ninguno tenía hojas para secar mi llanto.

.-si nomás era una lágrima.-
porque los hombres no lloran, solamente callan.
Y vi como se escondían de mi entre la niebla que puso el cielo...
para que yo no viera mi camino,
enojado conmigo porque no miraba sus estrellas,
y el olmo cubrió sus ojos, y el roble cubrió su alma.
¿Era mi cojera que les avergonzaba?
¿o era mi mano que no los alcanzaba?

Era largo el camino, más largo que otras noches,
y el cielo enojado apagó las luces, ¿porqué no quería hablarme?
¿Dónde estaba la quebrada...que no me acordaba?
Me quedaré aquí, hasta que se vaya la madrugada,
.-si no era más que una lágrima.- porque los hombres no lloran,
solamente callan.

Pasará por aquí y me verá,
se sentará a mi lado, secará mi lágrima y arrullará mi corazón,
tomaré su mano y sentiré su calor y volveré a sonreír porque está conmigo,
y caminaremos juntos parte del camino,
hasta que venga el dueño de su corazón.

Y el cielo me deja otra vez ver sus estrellas,
y los árboles salen a mi encuentro,
mientras sus ramas me acarician
llevando cada una un pedacito de mi alma.

Y levanto mi mano escondida, y del cielo cojo una estrella
es la que alumbrará el camino, el que siempre hago con ella
Es largo el camino de vuelta, pero no me importa
porque vamos juntos por la misma senda
y llevamos en las manos...
la misma estrella

No hay comentarios:

Publicar un comentario